De León Tolstoi, “El muyik y el Espíritu de las Aguas”
El Muyik y el Espíritu de las aguas
A un muyik se la cayó su hacha en un río, y apenado se puso a llorar.
El espíritu de las aguas se compadeció de él y presentándole un hacha de oro le preguntó:
- ¿Es ésta tu hacha?
El muyik respondió:
- No, no es la mía.
El Espíritu de las aguas le presentó un hacha de plata.
- Tampoco es esa, dijo el muyik.
Entonces el Espíritu le presentó su propia hacha de hierro. Viéndola el muyik exclamó:
- ¡Esa es la mía!
Para recompensarlo por su honradez, el Espíritu le dio las tres hachas.
De regreso a su casa, el muyik mostró su regalo, contando su aventura a sus amigos.
Uno de ellos quiso probar suerte: fue a la orilla del río, dejo caer un hacha y rompió a llorar.
El Espíritu de las aguas le presentó un hacha de oro y le preguntó:
- ¿Es ésta tu hacha?
El muyik lleno de alegría, respondió:
- Si, si, es la mía
El Espíritu no le dio el hacha de oro ni la suya de hierro, en castigo de su mentira.
Gracias
ResponderEliminarGracias por el mito , me gustó mucho
ResponderEliminarEsta lectura la leí en tercer o cuarto grado nunca la olvidé y hoy gracias a la internet vuelvo a leerla hoy con 53 años,esta enseñanza es muy buena ser honesto es una virtud muy grande en una persona.
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